“La inquietud nació hace unos 20 años a raíz de un planteo que hizo un empleado del INTA de Bahía Blanca, quien me dijo que su esposa era celíaca y que sabía que, en otros países, ya existían avenas aptas para celíacos. Ese fue mi motivador y por eso siempre estaré agradecida”.
La Ing. Agr. Liliana Wehrhahne lo cuenta como el pasar, pero se trata de la idea primigenia del desarrollo, luego de más de 15 años de investigación, de una avena libre de gluten. El hecho se concretó con el equipo de mejoramiento vegetal de la Chacra Experimental Integrada de Barrow, dependiente del Ministerio de Desarrollo Agraria e INTA, en cercanías de la ciudad de Tres Arroyos, a 185 kilómetros de Bahía Blanca.
De este modo, mediante una empresa que procesa la avena, el INTA produce y abastece a Laboratorios Andrómaco de una genética especial para la elaboración de los productos de la línea Aveno.
La denominación es INTA Yapa y se cultiva a campo en condiciones controladas.
“En realidad, el proyecto arrancó bastante antes”, aclaró la investigadora.
“Los programas de mejoramiento generalmente son a largo plazo y cuando se comienza con una cruza hay que esperar unos 10 o 15 años antes de obtener un resultado que la gente pueda apreciar”, agregó.
“Lo cierto es que ha sido un proceso muy largo. Hicimos un cruzamiento; después siguieron las distintas etapas de evaluación y, finalmente, logramos inscribir INTA Yapa como variedad en el año 2015”, dijo.
Wehrhahne también repasó la historia.
“En conferencias internacionales se hablaba de otros usos del grano de avena, no sólo para alimentación del ganado o alimentación humana que, por ahí, era el objetivo que tenía en ese momento. Es decir, vimos que había otras posibilidades”, recordó.
“Así intentamos relacionarnos con otra gente y terminamos enviando material a los Estados Unidos, donde hicieron evaluaciones más específicas, ya que acá no estábamos en condiciones de hacerlas. Y un día recibimos un correo de una empresa que nos preguntaba si teníamos alguna avena que podía ser clasificada como libre de gluten, o de bajo contenido de gluten. Ahí le mandamos a Yapa. Y les gustó”, sonríe.
La especialista del INTA también sostuvo que fue un proceso extenso, donde la empresa siguió haciendo evaluaciones, al tiempo que comenzó a solicitar pequeñas cantidades de INTA Yapa.
“Nosotros hicimos el procedimiento de producción de grano teniendo en cuenta todos los cuidados que hay que tener en estos casos para que no haya contaminación cruzada con trigo, cebada o centeno”, indicó.
“Así presentamos un producto que se adaptó a la calidad que ellos requerían y, de a poquito, esto comenzó a crecer. Y para mí es un sueño cumplido”, aseguró.
“Mucha es la gente que ha trabajado en equipo y el hecho de que se concrete la firma del convenio para usar un producto que fue desarrollado en la Chacra Experimental Integrada Barrow no es algo menor”, amplió.
Manuel Martín (izq.), asesor de la Jefatura de Gabinete del MDA; Horacio Berger; Liliana Wehrhahne; Pilu Giraudo y Roberto Brea, presidente de Laboratorio Andrómaco.
“Me gusta remarcar esto, ya que siempre trabajamos en forma conjunta con el INTA, que me ha permitido formarme profesionalmente y asistir a distintos eventos para conocer otras realidades para, luego, traerlas a los ámbitos laborales locales”, explicó.
Wehrhahne dijo que siempre se trató de algo más que un desafío.
“Uno evalúa siempre muchos materiales y se fija distintos objetivos. Y realmente creía que, en algún momento, en la Argentina se iba a dar la posibilidad de producir avenas que pudieran ser consumidas por celíacos”, concluyó Wehrhahne.
Ahora, mediante un acuerdo público-privado entre el INTA, el MDA y Aveno, se lanzó un programa de agricultura regenerativa para productores, profesionales y jóvenes que pretende armonizar la producción agropecuaria con las dinámicas de la naturaleza.
La avena producida en el país es considerada nutritiva y regeneradora, y con altos contenidos de proteínas, almidón, lípidos y aminoácidos, al tiempo que se destaca por sus propiedades emolientes y antioxidantes, ideal para la industria farmacéutica y cosmética.
Para la Ing. Agr. Natalia Carrasco, directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow (MDA-INTA), cada grano de avena utilizado en los productos de Aveno proviene de una estricta selección por parte del equipo de mejoradores.
“Nos aseguramos de eliminar cualquier grano de avena con una genética no apta para celíacos, así como cualquier otro grano o semilla de distintas especies”, indicó.
Ing. Agr. Natalia Carrasco, directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow (MDA-INTA)
“Luego de más de 15 años de dedicación, el equipo de mejoramiento vegetal y calidad industrial obtuvo una avena con una genética especial, meticulosa y rigurosamente seleccionada a campo”, amplió.
“Además, se realizaron estudios específicos que garantizan su total aptitud para celíacos”, expresó.
“La avena se produce mediante la agricultura regenerativa, como estrategia agrícola que se enfoca en conservar y revitalizar los procesos biológicos del suelo”, explicó Carrasco.
“Incluso, gracias a nuestro amplio conocimiento y experiencia en investigación para el agro, garantizamos la calidad y la inocuidad de la materia prima en cada paso del proceso productivo del cultivo”, dijo.
“El compromiso con la sostenibilidad se refleja en la calidad de la materia prima que generamos”, indicó.
La presentación de la avena INTA Yapa se realizó —la última semana— en la Chacra Experimental Integrada Barrow.
De la ceremonia participaron Manuel Martín, vicejefe de Gabinete del MDA; María Beatriz (Pilu) Giraudo, vicepresidente del INTA; Roberto Brea, presidente de Laboratorio Andrómaco; Emiliano Cucciufo, director provincial de Innovación Productiva de la cartera agraria bonaerense y Horacio Berger, director del Centro Regional Buenos Aires Sur (Cerbas) del INTA, entre otras autoridades, invitados y referentes del sector.
“La sinergia público-privada es la clave para el éxito”, sostuvo Camila Sartori, gerenta de producto de Aveno.
“Mientras que el INTA y el MDA aportan su conocimiento técnico y experiencia en investigación agrícola, Aveno contribuye con su capacidad de innovación y llegada a los consumidores”, añadió.
“Esta colaboración permite que las soluciones desarrolladas tengan un respaldo sólido y acceso a un público más amplio”, aseveró.
Sartori también dijo que los consumidores exigen —cada vez más— transparencia en las marcas de los productos, por lo que valoran el uso de materiales reciclables y procesos productivos más limpios que promuevan prácticas responsables en el uso de recursos, tales como el agua y la energía.
“Más del 70 % de las personas que consideran tener una piel sensible, buscan productos que sumen ingredientes naturales a sus formulaciones con calidad de laboratorio. Eso nos llevó a concentrarnos en crear productos que respondan a esas necesidades”, explicó.
“Descubrimos que podíamos potenciarnos mutuamente al lanzar un programa de agricultura regenerativa”, indicó.
“Está claro de que la temática está profundamente alineada con nuestros valores y que, también, es de interés compartido con el INTA”, dijo.
“Nuestro objetivo central es fortalecer y aportar habilidades y competencias a futuros profesionales y consumidores sobre la regeneración de suelos y la producción agropecuaria”, concluyó Sartori. (Con la colaboración del periodista y locutor Pedro Ibáñez).
—Obtenida por el equipo de mejoramiento vegetal y calidad industrial, Bonaerense INTA Yapa (Avena sativa L.) es una avena con una genética especial, meticulosa y rigurosamente seleccionada a campo (libre de gluten).
—Se trata de una variedad de excelente producción de grano, de ciclo intermedio y con altísima calidad para industria de avenas arrolladas entre otros usos, donde se requiere que su peso hectolítrico sea constante y superior a 50 kg/hl.
—Posee un alto contenido de pepita (grano sin cubiertas), que es otra cualidad muy buscada por la industria procesadora de avena.
—Tiene un buen comportamiento a enfermedades de las hojas, como roya de hoja, y es moderadamente susceptible a roya de tallo.
—Bonaerense INTA Yapa es una avena con excepcionales cualidades que combina su excelente calidad para la industria y su posibilidad de obtener productos de consumo y cosmética únicos por ser libre de gluten.
Fuentes: Diario La Nueva. de Bahía Blanca y Prensa INTA. / Fotos: Prensa INTA.
Foto principal: Ing. Agr. Liliana Wehrhahne, del INTA Barrow.