La fina que viene: ¿lloverá o no lloverá en la provincia de Buenos Aires?

“La situación no es tan grave porque no se trata de un pronóstico de seca, pero sí es para prestarle atención”, sostuvo el meteorólogo Leonardo De Benedictis, en alusión a las precipitaciones de los meses venideros.

“¿Si tendrá un impacto directo en los cultivos de invierno? En realidad no tanto, porque partimos de una muy buena base húmeda por las lluvias de abril (NdR: 107 milímetros de promedio) y porque en el invierno habrá poca pérdida por evaporación”, explicó.

“Que la proyección posterior se mantenga cerca de los promedios no es un mal pronóstico para la fina. Pero habrá que estar atentos a lo que pueda quedar, porque si esto (NdR: por una eventual La Niña) se afianza podemos tener un déficit de precipitaciones o de humedad en el suelo a partir de la primavera”, añadió.

“Estaría claro que nos consumimos parte del agua porque, además, en octubre siempre empieza a aflojar (el agua)”, comentó De Benedictis, en la videoconferencia de lanzamiento de la campaña fina organizada –esta semana– por la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca.

Respecto del trimestre junio, julio y agosto, el climatólogo recordó que, al encontrarnos en condiciones de evento Neutral, no debieran existir sorpresas.

El meteorólogo Leonardo De Benedictis.

“Nos encontramos en continuidad (NdR: Neutral) con lo que viene pasando desde el último año; por eso tuvimos tanta variabilidad. El Pacífico estuvo inactivo, no nos aportó nada y dependimos de los factores locales, que son muy inestables”, comentó.

También sostuvo De Benedictis que cualquier perturbación a nivel regional genera una disminución, o un aumento, de las precipitaciones, con lo cual hay que tener muy en cuenta esta situación.

“Del mismo modo, tenemos un Atlántico que hace un aporte importante en cuanto a humedad a nivel regional. El anticiclón del Atlántico, las temperaturas y las corrientes de Brasil y de las Malvinas pueden provocar un aumento en las lluvias”, aclaró.

“De todos modos, hay que tener en cuenta que tiene mayor impacto desde el centro hacia el sureste bonaerense y no tanto hacia el sudoeste y, menos aún, hacia La Pampa”, agregó.

En otro tramo, De Benedictis recordó que durante el evento La Niña es cuando existen más probabilidades de heladas tardías, sin que eso signifique que no sucedan durante El Niño (lluvias por encima de los promedios), tal como sucedió el año pasado.

Las anomalías y las falsas expectativas

A la hora de presentar los pronósticos, De Benedictis ha desestimado el denominado mapa de las anomalías.

“Es algo que me ha llevado a generas falsas expectativas”, aseguró.

“En el invierno, en el mes de julio cuando bajan las lluvias, por ejemplo, hay un promedio de 20/25 milímetros. Si vamos hacia La Pampa los registros disminuyen y si lo hacemos para el norte bonaerense se incrementan”, dijo.

“Cuando se muestran mapas, muchas veces se anuncia que se esperan lluvias por encima de lo normal, pero hay que tener en cuenta que lo normal son 20 milímetros y, si hablamos por encima de ese valor aludimos a 30 milímetros. Eso, justamente, genera una cierta falsa expectativa”, explicó.

En la presentación en videoconferencia, el meteorólogo se decidió por un gráfico de probabilidades en base a diferentes modelos de cálculos climáticos.

Fuente: Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com / Diario La Nueva.

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