El ambiente es ideal para la generación de incendios en el sur del sudoeste bonaerense

Las cifras son evidentes: 2.000 hectáreas respecto de 250.000 has.

A esta misma altura de enero del verano 2016/2017 ese cuarto de millón era la superficie consumida por el fuego en los distritos de Patagones, especialmente; de Villarino y del sur de Puan, en uno de los fenómenos más devastadores de las últimas décadas, que ocasionó pérdidas —por entonces— de más de 200 millones de pesos.

Hasta la víspera, en la misma zona geográfica sólo se han sucedido pequeños focos que apenas llegan al 0,8% de aquella referencia.

“Durante todo el invierno se ha trabajado muy bien en cuanto a la prevención y, hasta ahora, se ven los resultados”, dijo la doctora Cristina Winschel, del Laboratorio de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Hilario Ascasubi.

La mayoría de los focos se generaron en sectores periurbanos, como consecuencia de la falta de la limpieza de los baldíos y en lugares aledaños con abundante vegetación senescente (que ya empezó a envejecer).

También se han registrado incendios en banquinas de rutas nacionales y provinciales, también por la falta de corte de pastos o, incluso, como consecuencia de ello en forma tardía, quedando un remanente extremadamente seco que se expone a las colillas de cigarrillos que se arrojan, así como a los caños de escape cuando los vehículos bajan a la vera de la ruta por alguna emergencia.

“Hay lugares abandonados que tienen mucha cobertura de vegetación y que, aún, se mantienen latentes de provocar inconvenientes en áreas urbanas”, comentó.

Una de las quemas de pastizales sucedió en el paraje General Rondeau, a 80 kilómetros de Bahía Blanca, por la ruta nacional 35, en el distrito de Puan y en cercanías de San Germán y de Villa Iris. La estación ferroviaria, construida en 1875, quedó cercada por los pastizales quemados y lo poco que aún se conservaba se ha perdido.

Se concluye, entonces, que ahora se está frente uno de los períodos más complejos del verano.

“Es el que denominamos crítico; es decir, la existencia de muy altas temperaturas, que rondarán los 40 grados durante varios días; vientos del oeste, de moderados a fuertes y una humedad relativa baja”, explicó Winschel.

“A esto debemos sumarle que no se prevén precipitaciones en lo inmediato, así como es muy probable la aparición de tormentas eléctricas, que es una de las causas más repetidas a la hora de buscar un origen del fuego”, sostuvo.

De acuerdo con un informe de la subsecretaria de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes de Nación, otros distritos expuestos a los incendios, más allá de Patagones, Villarino y Puan, son Bahía Blanca, Coronel Rosales, Monte Hermoso y Tornquist, en todo su cordón serrano.

En la provincia de La Pampa ya se han quemado unas 130.000 hectáreas, de las cuales 50.000 Has. están en los departamentos de Caleu Caleu y de Lihue Calel. Así sucedió en el verano anterior pero, tal como sucede en Buenos Aires, las cifras actuales también son menores.

Un caso trágico acaeció este viernes 29 de diciembre, en un campo cercano a Bernasconi, en el sur pampeano. Los hermanos Starkloff salieron a realizar un contrafuego y quedaron atrapados. Federico (20) falleció en el acto e Iván (32) murió cuatro días más tarde.

En la provincia de Río Negro se registraron, hasta el momento, pequeños focos en el Valle Medio. En el sur de Mendoza se han visto afectadas casi 90.000 hectáreas de campos no cultivados.

Entre La Pampa y Río Negro, en 2016/2017, se consumieron alrededor de 2 millones de hectáreas. (Por Guillermo D. Rueda, La Nueva.,, Foto: La Nueva.)

Exit mobile version